Conflicto Palestino-Israelí

Claro que no todos los judíos son iguales, por supuesto, pues antes que judíos, como todos los habitantes de la Tierra, son seres humanos. Es aquí cuando empieza la calificación de las personas y los grupos a los que pertenecemos. Si un ser humano es noble, humano, justo, solidario, comprensivo, dialogante, pacifista, empático, responsable estaremos diciendo que es una buena persona; pero si se porta contrariamente, entonces podremos calificarlo de mala persona.

Si apostamos por pertenecer a un grupo donde la calidad humana es notoriamente excelente, deberíamos sentirnos orgullosos de pertenecer a ese grupo; si somos individualmente seres humanos del grado positivo (los buenos), es lógico que apostemos por vivir dentro del grupo positivo. De ahí que no es tan fácil emitir juicios absolutos. No todos los españoles, por el hecho de ser españoles, nos aceptamos totalmente, si de cuestiones éticas estamos hablando, o de calidad como seres humanos.

Muchos no estamos contra los judíos, contra los israelíes; más bien estamos contra aquellos sionistas que quieren acabar con un pueblo, y que además son avariciosos capitalistas que no tienen límites en sus espurias ambiciones.

Rebelion. Diez mitos sobre el conflicto palestino-israelí