[COLOR=#141823][FONT=helvetica]Llastres lleva una deriva muy clara, evidente, notoria, nítida y transparente: Dejar de ser un pueblo marinero, pero marinero de PESCA (con mayúsculas) para ser un pueblo, como vulgarmente se dice: FANTASMA. Un pueblo exclusivamente turístico, pero solo, como máximo, dos meses y medio. Así no hay forma de fijar población, población compuesta por matrimonios jóvenes que formen una familia y que se asienten en Llastres. [/FONT][/COLOR]
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Esto se pudo tener, pero hemos padecido unos gobiernos y unos políticos que no hicieron nada al respecto, y tampoco quisieron escuchar las múltiples propuestas que se hicieron, para que por lo menos someterlas a debate. El destino de estas propuestas era la papelera, pero la papelera de la basura. [/FONT][/COLOR]
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La costa asturiana tiene un gran potencial turístico-PESQUERO, pero hemos demostrado que somos bastante deficientes en cuanto a ser buenos gestores. Si a esto añadimos el conformismo y la pasividad, (“a mí que me lo den todo hecho”), lo que se genera es una caída en picado que va a implicar que el despegue puede que sea después de otras generaciones que tengan más sentido crítico y más energía para actuar.
Para terminar. Si Lastres tuviera el puerto en función de potenciar la pesca; así como complementarlo en actividades de transformación de la misma; más restaurantes en el mismo puerto, haciendo de todo el sector una buena y sólida cooperativa, sería, no una mina, pero sí un pueblo más digno y con más poder adquisitivo. Y si a esto añadimos el potencial que tiene el pueblo, unido con Luces; combinando mar y tierra: pesca y agricultura, más la transformación de sus productos; sería otra cosa, y no está desolación y miseria a la que estamos abocados.
¿Dónde hay despertadores apropiados? La pasividad, el encogimiento de hombros y el consentimiento, son armas muy propicias para acelerar el descarrilamiento hacia la pura NADA.[/FONT][/COLOR]