Para no jugarnos la vida en "El Angliru" pógase ¡ya! el ascensor del consultorio.

[COLOR=#141823][FONT=helvetica]Esta semana estuve por primera vez en el nuevo consultorio de Llastres. El día era infernal: viento, lluvia torrencial y muchísimo frío. [/FONT][/COLOR][COLOR=#141823][FONT=helvetica]Por lo regular, afortunadamente, la mayor afluencia de visitantes la componemos las personas mayores. Dentro de este grupo hay personas que tienen que asistir durante muchos días al año. Pues bien, acceder caminando desde el aparcamiento hasta el acceso llano que nos conduce a la puerta del ambulatorio, para las personas mayores o con dificultad para caminar es una verdadera proeza. El final del “Angliru” es de infarto. Y si el día está como el que describí anteriormente, el riesgo de muerte es enorme, ya que te puedes desnucar fácilmente como tengas un simple resbalón.[/FONT][/COLOR]
[COLOR=#141823][FONT=helvetica]En tanto que no se ponga el ascensor que han prometido instalar, lo que si debieran de facilitar es el acceso de vehículos para que puedan llegar hasta la misma puerta del consultorio, solo con el fin de dejar al usuario y después venir a recogerle.
Los servicios sociales se han de hacer racionalmente, es decir, que nos debemos de poner en la situación del que necesita dichos servicios. Y esa gestión si es eficaz significa que estamos gestionando con empatía.
Señores políticos gestores, den solución urgentemente a esta necesidad tan perentoria.
nota: Otro día les hablo sobre las deficiencias que yo observé en el nuevo consultorio.
¡Gracias!

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