08-07-08, 21:07
MACRO/VIDA El sacerdote suministraba hachís y teléfonos móviles a los reclusos
Prisión para el capellán de la cárcel de Topas por tráfico de drogas
ELPLURAL.COM
El capellán de la cárcel salmantina de Topas, Celedonio Lucas Sánchez, tendrá que ingresar en prisión por traficar con drogas para los reclusos de su centro de trabajo. El sacerdote formaba parte de una red de narcotráfico que trapicheaba con hachís en la cárcel, además de introducir ilegalmente teléfonos móviles en la prisión para los presos.
<!-- La trama la formaban, fuera de la cárcel de Topas, otras dos personas junto al capellán se encargaban de adquirir la droga e introducirla en el recinto. Ya dentro de la prisión, otros tres reclusos se encargaban de repartir el material y recaudar los beneficios.
Prisión por narcotráfico
El magistrado titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de Salamanca decretó ayer el ingreso en prisión del capellán de la cárcel de Topas, tras haberle tomado declaración por delito de tráfico de drogas. El sacerdote fue detenido el pasado 1 de julio, tras una investigación llevada a cabo por la Guardia Civil que, tras encontrar indicios de una posible red dedicada al narcotráfico, se dedicó a perfilar durante meses la estructura interna del grupo y su forma de actuar.
Hachís en los calcetines
El pasado martes, sabiendo que el grupo había adquirido droga y los reclusos ya habían recaudado el dinero para efectuar la transacción, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil decidió intervenir y detuvo, una vez pasados los filtros de entrada de la prisión, al capellán. Llevaba escondidos cerca de 400 gramos de hachís en los calcetines.
Con las manos en la masa
Mientras el capellán era detenido, la Guardia Civil detenía a su compañero de piso, también implicado en la trama. En el domicilio de ambos se encontró más de 1 kilo de hachís y varios teléfonos móviles, ya preparados para introducirlos en la cárcel. A su vez, funcionarios de Topas cachearon a internos presuntamente vinculados con la trama. En su posesión tenían diversos teléfonos y dinero en metálico, que se presupone estaba destinado a adquirir la droga que intentaba introducir el capellán. Además de droga y teléfonos, al sacerdote se le acusa de introducir otros objetos muy demandados entre los reclusos.
--> La trama la formaban, fuera de la cárcel de Topas, otras dos personas junto al capellán se encargaban de adquirir la droga e introducirla en el recinto. Ya dentro de la prisión, otros tres reclusos se encargaban de repartir el material y recaudar los beneficios.
Prisión por narcotráfico
El magistrado titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de Salamanca decretó ayer el ingreso en prisión del capellán de la cárcel de Topas, tras haberle tomado declaración por delito de tráfico de drogas. El sacerdote fue detenido el pasado 1 de julio, tras una investigación llevada a cabo por la Guardia Civil que, tras encontrar indicios de una posible red dedicada al narcotráfico, se dedicó a perfilar durante meses la estructura interna del grupo y su forma de actuar.
Hachís en los calcetines
El pasado martes, sabiendo que el grupo había adquirido droga y los reclusos ya habían recaudado el dinero para efectuar la transacción, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil decidió intervenir y detuvo, una vez pasados los filtros de entrada de la prisión, al capellán. Llevaba escondidos cerca de 400 gramos de hachís en los calcetines.
Con las manos en la masa
Mientras el capellán era detenido, la Guardia Civil detenía a su compañero de piso, también implicado en la trama. En el domicilio de ambos se encontró más de 1 kilo de hachís y varios teléfonos móviles, ya preparados para introducirlos en la cárcel. A su vez, funcionarios de Topas cachearon a internos presuntamente vinculados con la trama. En su posesión tenían diversos teléfonos y dinero en metálico, que se presupone estaba destinado a adquirir la droga que intentaba introducir el capellán. Además de droga y teléfonos, al sacerdote se le acusa de introducir otros objetos muy demandados entre los reclusos.
Prisión para el capellán de la cárcel de Topas por tráfico de drogas
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El capellán de la cárcel salmantina de Topas, Celedonio Lucas Sánchez, tendrá que ingresar en prisión por traficar con drogas para los reclusos de su centro de trabajo. El sacerdote formaba parte de una red de narcotráfico que trapicheaba con hachís en la cárcel, además de introducir ilegalmente teléfonos móviles en la prisión para los presos.
<!-- La trama la formaban, fuera de la cárcel de Topas, otras dos personas junto al capellán se encargaban de adquirir la droga e introducirla en el recinto. Ya dentro de la prisión, otros tres reclusos se encargaban de repartir el material y recaudar los beneficios.
Prisión por narcotráfico
El magistrado titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de Salamanca decretó ayer el ingreso en prisión del capellán de la cárcel de Topas, tras haberle tomado declaración por delito de tráfico de drogas. El sacerdote fue detenido el pasado 1 de julio, tras una investigación llevada a cabo por la Guardia Civil que, tras encontrar indicios de una posible red dedicada al narcotráfico, se dedicó a perfilar durante meses la estructura interna del grupo y su forma de actuar.
Hachís en los calcetines
El pasado martes, sabiendo que el grupo había adquirido droga y los reclusos ya habían recaudado el dinero para efectuar la transacción, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil decidió intervenir y detuvo, una vez pasados los filtros de entrada de la prisión, al capellán. Llevaba escondidos cerca de 400 gramos de hachís en los calcetines.
Con las manos en la masa
Mientras el capellán era detenido, la Guardia Civil detenía a su compañero de piso, también implicado en la trama. En el domicilio de ambos se encontró más de 1 kilo de hachís y varios teléfonos móviles, ya preparados para introducirlos en la cárcel. A su vez, funcionarios de Topas cachearon a internos presuntamente vinculados con la trama. En su posesión tenían diversos teléfonos y dinero en metálico, que se presupone estaba destinado a adquirir la droga que intentaba introducir el capellán. Además de droga y teléfonos, al sacerdote se le acusa de introducir otros objetos muy demandados entre los reclusos.
--> La trama la formaban, fuera de la cárcel de Topas, otras dos personas junto al capellán se encargaban de adquirir la droga e introducirla en el recinto. Ya dentro de la prisión, otros tres reclusos se encargaban de repartir el material y recaudar los beneficios.
Prisión por narcotráfico
El magistrado titular del Juzgado de Instrucción Número 4 de Salamanca decretó ayer el ingreso en prisión del capellán de la cárcel de Topas, tras haberle tomado declaración por delito de tráfico de drogas. El sacerdote fue detenido el pasado 1 de julio, tras una investigación llevada a cabo por la Guardia Civil que, tras encontrar indicios de una posible red dedicada al narcotráfico, se dedicó a perfilar durante meses la estructura interna del grupo y su forma de actuar.
Hachís en los calcetines
El pasado martes, sabiendo que el grupo había adquirido droga y los reclusos ya habían recaudado el dinero para efectuar la transacción, la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil decidió intervenir y detuvo, una vez pasados los filtros de entrada de la prisión, al capellán. Llevaba escondidos cerca de 400 gramos de hachís en los calcetines.
Con las manos en la masa
Mientras el capellán era detenido, la Guardia Civil detenía a su compañero de piso, también implicado en la trama. En el domicilio de ambos se encontró más de 1 kilo de hachís y varios teléfonos móviles, ya preparados para introducirlos en la cárcel. A su vez, funcionarios de Topas cachearon a internos presuntamente vinculados con la trama. En su posesión tenían diversos teléfonos y dinero en metálico, que se presupone estaba destinado a adquirir la droga que intentaba introducir el capellán. Además de droga y teléfonos, al sacerdote se le acusa de introducir otros objetos muy demandados entre los reclusos.