30-12-10, 11:53
30-12-2010
El Primer ministro de Kosovo acusado de dirigir el cártel de tráfico de órganos humanos y de drogas
El Estado mafioso de Europa, centro del camino de la droga UE-OTAN
Tom Burghardt
Global Research
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Otro hito desalentador para EE.UU. y la OTAN: el Consejo de Europa (CdE) publicó la semana pasada un explosivo informe: “Tratamiento inhumano de la gente y tráfico ilegal de órganos humanos en Kosovo”.
El informe acusa al ex jefe del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) y actual primer ministro, Hashim Thaçi, de ser “jefe de un grupo albano ‘similar a la mafia’ responsable del contrabando de armas, drogas y órganos humanos en Europa oriental”, reveló The Guardian.
Según un borrador de resolución aprobado por unanimidad el 16 de diciembre en París, el Comité de Asuntos Legales y Derechos Humanos halló evidencia convincente de desapariciones forzadas, tráfico de órganos, corrupción y colusión entre bandas criminales y “círculos políticos” en Kosovo que casualmente son estrechos aliados regionales de EE.UU.
La investigación fue iniciada por Dick Marty, relator especial de derechos humanos de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE), que había realizado un examen exhaustivo en el año 2007 de los “vuelos secretos” de la CIA en Europa.
La investigación de la PACE se reactivó después de que la ex fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (ICTY), Carla Del Ponte, publicó ciertas afirmaciones en su memoria de 2008.
Después de su publicación, la señora Del Ponte fue despachada a Argentina por el gobierno suizo como embajadora de su nación. Una vez que estuvo en ese país, la ex favorita de EE.UU. especializada en impartir la “justicia” del vencedor a los perdedores de la guerra de los Balcanes, fue convenientemente silenciada.
Una serie de informes incriminatorios del Centro de Periodismo de Investigación (CIR), de la Red de Información Investigadora sobre los Balcanes (BIRN) y de la BBC, confirmó las afirmaciones de Del Ponte y llevó al Consejo a actuar.
En un informe para la BBC, el periodista de investigación Michael Montgomery averiguó que oponentes políticos al ELK y prisioneros de guerra serbios “simplemente desaparecieron sin dejar trazas” en una prisión secreta “en la localidad fronteriza albana de Kukes”.
Según fuentes que temían por sus vidas, incluyendo ex guerrilleros del ELK, la BBC, reveló que los civiles desaparecidos “eran serbios y gitanos capturados por soldados del ELK y ocultados a tropas de la OTAN. La fuente cree que los cautivos fueron enviados a través de la frontera hacia Albania y asesinados.”
Con un eco extraño de prácticas nazis durante el período del Tercer Reich, el New York Times informó de que los “cautivos” fueron “seleccionados” por su conveniencia como donantes, teniendo en cuenta el sexo, edad, condición de salud y origen étnico. “Oímos numerosas referencias a que los cautivos no sólo fueron entregados, sino que también fueron ‘comprados’ y ‘vendidos’”, dijo al Timesel relator.
“Algunos guardias dijeron a los investigadores”, informa el Times, “que los cautivos comprendieron lo que estaba a punto de suceder e ‘imploraron a sus aprehensores que tuvieran piedad de ellos y no los despedazaran’”.
La piedad, sin embargo, escaseaba en las filas del ELK.
El informe señala: “En cuanto se confirmaba que los cirujanos de trasplantes se encontraban presentes y listos para operar, sacaban a los cautivos uno a uno de la ‘casa segura’, eran ejecutados sumariamente por un pistolero del ELK y sus cadáveres se transportaban rápidamente la clínica de operaciónes”.
Una vez que a las víctimas les extraían los órganos, éstos se subastaban al mejos postor y después los comercializaba una red global de traficantes que todavía opera en la actualidad.
La ex fiscal afirmó además, informó The Guardian, de que “se le impidió investigar a altos oficiales del ELK” los cuales, afirmó, “hicieron pasar clandestinamente a serbios cautivos a través de la frontera hacia Albania, donde recolectaban sus órganos”.
En un caso clásico de encubrimiento de crímenes de matones de bajo nivel para proteger a criminales más poderosos, Del Ponte acusó de que la evidencia forense reunida por investigadores del ICTY en una de las casas de la muerte en el norte de Albania se destruyó en La Haya.
Red Internacional
Para leer más:Rebelion. El Estado mafioso de Europa, centro del camino de la droga UE-OTAN
El Primer ministro de Kosovo acusado de dirigir el cártel de tráfico de órganos humanos y de drogas
El Estado mafioso de Europa, centro del camino de la droga UE-OTAN
Tom Burghardt
Global Research
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Otro hito desalentador para EE.UU. y la OTAN: el Consejo de Europa (CdE) publicó la semana pasada un explosivo informe: “Tratamiento inhumano de la gente y tráfico ilegal de órganos humanos en Kosovo”.
El informe acusa al ex jefe del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) y actual primer ministro, Hashim Thaçi, de ser “jefe de un grupo albano ‘similar a la mafia’ responsable del contrabando de armas, drogas y órganos humanos en Europa oriental”, reveló The Guardian.
Según un borrador de resolución aprobado por unanimidad el 16 de diciembre en París, el Comité de Asuntos Legales y Derechos Humanos halló evidencia convincente de desapariciones forzadas, tráfico de órganos, corrupción y colusión entre bandas criminales y “círculos políticos” en Kosovo que casualmente son estrechos aliados regionales de EE.UU.
La investigación fue iniciada por Dick Marty, relator especial de derechos humanos de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE), que había realizado un examen exhaustivo en el año 2007 de los “vuelos secretos” de la CIA en Europa.
La investigación de la PACE se reactivó después de que la ex fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (ICTY), Carla Del Ponte, publicó ciertas afirmaciones en su memoria de 2008.
Después de su publicación, la señora Del Ponte fue despachada a Argentina por el gobierno suizo como embajadora de su nación. Una vez que estuvo en ese país, la ex favorita de EE.UU. especializada en impartir la “justicia” del vencedor a los perdedores de la guerra de los Balcanes, fue convenientemente silenciada.
Una serie de informes incriminatorios del Centro de Periodismo de Investigación (CIR), de la Red de Información Investigadora sobre los Balcanes (BIRN) y de la BBC, confirmó las afirmaciones de Del Ponte y llevó al Consejo a actuar.
En un informe para la BBC, el periodista de investigación Michael Montgomery averiguó que oponentes políticos al ELK y prisioneros de guerra serbios “simplemente desaparecieron sin dejar trazas” en una prisión secreta “en la localidad fronteriza albana de Kukes”.
Según fuentes que temían por sus vidas, incluyendo ex guerrilleros del ELK, la BBC, reveló que los civiles desaparecidos “eran serbios y gitanos capturados por soldados del ELK y ocultados a tropas de la OTAN. La fuente cree que los cautivos fueron enviados a través de la frontera hacia Albania y asesinados.”
Con un eco extraño de prácticas nazis durante el período del Tercer Reich, el New York Times informó de que los “cautivos” fueron “seleccionados” por su conveniencia como donantes, teniendo en cuenta el sexo, edad, condición de salud y origen étnico. “Oímos numerosas referencias a que los cautivos no sólo fueron entregados, sino que también fueron ‘comprados’ y ‘vendidos’”, dijo al Timesel relator.
“Algunos guardias dijeron a los investigadores”, informa el Times, “que los cautivos comprendieron lo que estaba a punto de suceder e ‘imploraron a sus aprehensores que tuvieran piedad de ellos y no los despedazaran’”.
La piedad, sin embargo, escaseaba en las filas del ELK.
El informe señala: “En cuanto se confirmaba que los cirujanos de trasplantes se encontraban presentes y listos para operar, sacaban a los cautivos uno a uno de la ‘casa segura’, eran ejecutados sumariamente por un pistolero del ELK y sus cadáveres se transportaban rápidamente la clínica de operaciónes”.
Una vez que a las víctimas les extraían los órganos, éstos se subastaban al mejos postor y después los comercializaba una red global de traficantes que todavía opera en la actualidad.
La ex fiscal afirmó además, informó The Guardian, de que “se le impidió investigar a altos oficiales del ELK” los cuales, afirmó, “hicieron pasar clandestinamente a serbios cautivos a través de la frontera hacia Albania, donde recolectaban sus órganos”.
En un caso clásico de encubrimiento de crímenes de matones de bajo nivel para proteger a criminales más poderosos, Del Ponte acusó de que la evidencia forense reunida por investigadores del ICTY en una de las casas de la muerte en el norte de Albania se destruyó en La Haya.
Red Internacional
Para leer más:Rebelion. El Estado mafioso de Europa, centro del camino de la droga UE-OTAN