17-02-08, 22:26
GUSTAVO VIDAL MANZANARES
17/02/2008
PP: Escuela de “casquería política”
Josep María de Sagarra, escritor catalán de cultivado talento, se refirió una vez a las “ideas de casquero”. Ante la intriga de su interlocutor, aclaró: “Sí, hombre, las soflamas para remover las vísceras y que no de tiempo a pensar”. Nada podría plasmar mejor a nuestro castizo PP, grupo que ha cambiado el largo “camino al centro” por el sprint a la extrema derecha. Y el sentimiento, lo visceral, es el marchamo de la derecha radicalizada.
<!-- Para ello, resulta imprescindible escoger temas viscerales y el PP ha chapoteado ya en varios. Para empezar, ¡cómo no!, la inmigración. Poco les importa que los inmigrantes hayan propiciado un 50% del incremento del PIB según el Banco de España. Apelando al sentimiento, la derecha clama: “los inmigrantes colapsan nuestra sanidad”. Curioso. El PP que, día a día, maquina para aniquilar la sanidad pública, se preocupa ahora por ella. ¡Qué bien le vienen los inmigrantes a esta derecha!, “nos cargamos la sanidad pública y, además, no se nota porque culpamos a los extranjeros, los empleamos como mano de obra barata y, de colofón, arañamos votos”.
Otra víscera de la casquería política del PP: la seguridad ciudadana. Al grito de “seguridad para quien pueda pagársela”, la derecha redujo las plantillas de policía y Guardia civil hasta dejarlas tiritando. Ahora, inflados de cinismo, a un mes escaso de las elecciones, prometen incrementar sus efectivos.
Otra asadura: “nos preocupamos para que la gente llegue a fin de mes”… poco verosímil en quienes, nada más llegar al poder, congelaron el suelo de los funcionarios (policía incluida), se oponen a la subida del salario mínimo y reclaman, día sí y día también, “moderación salarial” (para los trabajadores, claro).
La prisión para niños de 12 años es el último despojo en esta “casquería política”. Parecen olvidar que, cuando gobernaron, promulgaron la Ley Orgánica 5/2000 de 12 de enero reguladora de la responsabilidad de los menores cuyo artículo 4 establecía responsabilidad penal… “a mayores de 18 y menores de 21”.
Tras la xenofobia y la seguridad ciudadana, me atrevo a profetizar la siguiente “idea de casquero”: disciplina en la escuela. Pero si el PP llegara al poder, los colegios públicos irían transformándose en una jungla mientras se financiarían y fomentarían engendros educativos de los “legionarios de Cristo”, el Opus Dei y los inefables “Kikos”.
Lo lamentable, finalmente, no es que el PP recurra al populismo, a la “casquería”. Eso es consustancial a la radicalidad. Lo deprimente sería que las masas se dejasen arrastrar por esos despojos ideológicos. En menos de un mes, sabremos si España es una nación ilustrada o un país con “ideas de casquero”.
Gustavo Vidal Manzanares es jurista y escritor
[email protected]
-->Para ello, resulta imprescindible escoger temas viscerales y el PP ha chapoteado ya en varios. Para empezar, ¡cómo no!, la inmigración. Poco les importa que los inmigrantes hayan propiciado un 50% del incremento del PIB según el Banco de España. Apelando al sentimiento, la derecha clama: “los inmigrantes colapsan nuestra sanidad”. Curioso. El PP que, día a día, maquina para aniquilar la sanidad pública, se preocupa ahora por ella. ¡Qué bien le vienen los inmigrantes a esta derecha!, “nos cargamos la sanidad pública y, además, no se nota porque culpamos a los extranjeros, los empleamos como mano de obra barata y, de colofón, arañamos votos”.
Otra víscera de la casquería política del PP: la seguridad ciudadana. Al grito de “seguridad para quien pueda pagársela”, la derecha redujo las plantillas de policía y Guardia civil hasta dejarlas tiritando. Ahora, inflados de cinismo, a un mes escaso de las elecciones, prometen incrementar sus efectivos.
Otra asadura: “nos preocupamos para que la gente llegue a fin de mes”… poco verosímil en quienes, nada más llegar al poder, congelaron el suelo de los funcionarios (policía incluida), se oponen a la subida del salario mínimo y reclaman, día sí y día también, “moderación salarial” (para los trabajadores, claro).
La prisión para niños de 12 años es el último despojo en esta “casquería política”. Parecen olvidar que, cuando gobernaron, promulgaron la Ley Orgánica 5/2000 de 12 de enero reguladora de la responsabilidad de los menores cuyo artículo 4 establecía responsabilidad penal… “a mayores de 18 y menores de 21”.
Tras la xenofobia y la seguridad ciudadana, me atrevo a profetizar la siguiente “idea de casquero”: disciplina en la escuela. Pero si el PP llegara al poder, los colegios públicos irían transformándose en una jungla mientras se financiarían y fomentarían engendros educativos de los “legionarios de Cristo”, el Opus Dei y los inefables “Kikos”.
Lo lamentable, finalmente, no es que el PP recurra al populismo, a la “casquería”. Eso es consustancial a la radicalidad. Lo deprimente sería que las masas se dejasen arrastrar por esos despojos ideológicos. En menos de un mes, sabremos si España es una nación ilustrada o un país con “ideas de casquero”.
Gustavo Vidal Manzanares es jurista y escritor
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Último comentario: 17/02/2008 21:15
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17/02/2008
PP: Escuela de “casquería política”
Josep María de Sagarra, escritor catalán de cultivado talento, se refirió una vez a las “ideas de casquero”. Ante la intriga de su interlocutor, aclaró: “Sí, hombre, las soflamas para remover las vísceras y que no de tiempo a pensar”. Nada podría plasmar mejor a nuestro castizo PP, grupo que ha cambiado el largo “camino al centro” por el sprint a la extrema derecha. Y el sentimiento, lo visceral, es el marchamo de la derecha radicalizada.
<!-- Para ello, resulta imprescindible escoger temas viscerales y el PP ha chapoteado ya en varios. Para empezar, ¡cómo no!, la inmigración. Poco les importa que los inmigrantes hayan propiciado un 50% del incremento del PIB según el Banco de España. Apelando al sentimiento, la derecha clama: “los inmigrantes colapsan nuestra sanidad”. Curioso. El PP que, día a día, maquina para aniquilar la sanidad pública, se preocupa ahora por ella. ¡Qué bien le vienen los inmigrantes a esta derecha!, “nos cargamos la sanidad pública y, además, no se nota porque culpamos a los extranjeros, los empleamos como mano de obra barata y, de colofón, arañamos votos”.
Otra víscera de la casquería política del PP: la seguridad ciudadana. Al grito de “seguridad para quien pueda pagársela”, la derecha redujo las plantillas de policía y Guardia civil hasta dejarlas tiritando. Ahora, inflados de cinismo, a un mes escaso de las elecciones, prometen incrementar sus efectivos.
Otra asadura: “nos preocupamos para que la gente llegue a fin de mes”… poco verosímil en quienes, nada más llegar al poder, congelaron el suelo de los funcionarios (policía incluida), se oponen a la subida del salario mínimo y reclaman, día sí y día también, “moderación salarial” (para los trabajadores, claro).
La prisión para niños de 12 años es el último despojo en esta “casquería política”. Parecen olvidar que, cuando gobernaron, promulgaron la Ley Orgánica 5/2000 de 12 de enero reguladora de la responsabilidad de los menores cuyo artículo 4 establecía responsabilidad penal… “a mayores de 18 y menores de 21”.
Tras la xenofobia y la seguridad ciudadana, me atrevo a profetizar la siguiente “idea de casquero”: disciplina en la escuela. Pero si el PP llegara al poder, los colegios públicos irían transformándose en una jungla mientras se financiarían y fomentarían engendros educativos de los “legionarios de Cristo”, el Opus Dei y los inefables “Kikos”.
Lo lamentable, finalmente, no es que el PP recurra al populismo, a la “casquería”. Eso es consustancial a la radicalidad. Lo deprimente sería que las masas se dejasen arrastrar por esos despojos ideológicos. En menos de un mes, sabremos si España es una nación ilustrada o un país con “ideas de casquero”.
Gustavo Vidal Manzanares es jurista y escritor
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Otra víscera de la casquería política del PP: la seguridad ciudadana. Al grito de “seguridad para quien pueda pagársela”, la derecha redujo las plantillas de policía y Guardia civil hasta dejarlas tiritando. Ahora, inflados de cinismo, a un mes escaso de las elecciones, prometen incrementar sus efectivos.
Otra asadura: “nos preocupamos para que la gente llegue a fin de mes”… poco verosímil en quienes, nada más llegar al poder, congelaron el suelo de los funcionarios (policía incluida), se oponen a la subida del salario mínimo y reclaman, día sí y día también, “moderación salarial” (para los trabajadores, claro).
La prisión para niños de 12 años es el último despojo en esta “casquería política”. Parecen olvidar que, cuando gobernaron, promulgaron la Ley Orgánica 5/2000 de 12 de enero reguladora de la responsabilidad de los menores cuyo artículo 4 establecía responsabilidad penal… “a mayores de 18 y menores de 21”.
Tras la xenofobia y la seguridad ciudadana, me atrevo a profetizar la siguiente “idea de casquero”: disciplina en la escuela. Pero si el PP llegara al poder, los colegios públicos irían transformándose en una jungla mientras se financiarían y fomentarían engendros educativos de los “legionarios de Cristo”, el Opus Dei y los inefables “Kikos”.
Lo lamentable, finalmente, no es que el PP recurra al populismo, a la “casquería”. Eso es consustancial a la radicalidad. Lo deprimente sería que las masas se dejasen arrastrar por esos despojos ideológicos. En menos de un mes, sabremos si España es una nación ilustrada o un país con “ideas de casquero”.
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18 comentarios
- La noticia ha saltado hoy. Zapatero, junto con Rubalcaba, Bermejo, Mª Teresa y Moratinos acababan de detener a tres presuntos etarras despues de una laboriosa investigación llevada a cabo por ellos mismos desde hace 2 meses. Tambien ha trascendido que la Policía y la Guardia Civil han sido meros comparsas y solo han servido para trasladar a los detenidos ante el juez. " Nosotros si detenemos a los etarras", declararon desde la sede del Psoe.
UnoconTaco, 17/02/2008 21:15
- Me parece una artículo magnífico. Hace tiempo que no leía un anális tan certero en tan breve espacio. Gracias