Primera toma.
El asturiano Allen
03/08/2010
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Esta noticia pertenece a la edición en papel. LA VOZ DE ASTURIAS 3-8-10
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isitó Asturias con motivo de su galardón como Premio Príncipe de Asturias y el neoyorquino más famoso del cine mantiene su idilio con esta tierra. Primero, habló de un cuento de hadas con su princesa; luego, grabó las escenas con la pareja de moda, Bardem y Penélope, y ahora anuncia que en unos días presentará en Avilés su última cinta producida por Mediapro. Woody Allen ya tiene casi acento asturiano y con su presencia se refuerza la idea que gira en torno a un proyecto que nació del lápiz de un brasileño, Oscar Niemeyer, y que ya es una magnífica realidad en la villa avilesina. Ahora se aprecia el rendimiento de las inversiones, y no precisamente las de hormigón y ladrillos en el edificio, sino las intelectuales producto de la insistencia de mucha gente. Tiempo atrás, durante una de las giras americanas del presidente Areces, mantuvieron un contacto con el cineasta. Es probable que entonces no se hablara de este estreno pero la semilla ha dado sus frutos. La repercusión mundial que tendrá Avilés y, por tanto Asturias, es el motor publicitario que el Principado necesita para el turismo y más aún en los coletazos del verano. La presencia de Allen, posiblemente acompañado por sus principales estrellas, entre ellas, el malagueño Antonio Banderas, permitirá que la alfombra roja del Niemeyer se estrene a lo grande con un acto de tirón internacional y en el que, seguro, ha tenido todo que ver el empuje de su director, Natalio Grueso, interlocutor habitual con los artistas americanos y promotor de la campaña de fijación del nombre en el universo de Brad Pitt, Sam Mendes, Kevin Spacey, Alejandro Amenábar y, de nuevo, el genio creativo Allen. No sé lo que costará en otras ciudades organizar un evento de este nivel, pero Avilés tiene la fortuna de que el siempre primer difícil paso se ha superado con éxito. Los famosos aportan un grado de reconocimiento al producto y le conceden al centro la importancia para acoger actividades en su agenda cotidiana, porque la ´premiere´ del director americano es, posiblemente, una de las citas más cotizadas del mercado. No es sólo una pellícula, es una industria, cientos de personas que vivirán unos días en la villa.