Estamos en plena campaña electoral y aquí en Asturias sale bastante a relucir El I+D+i y que vamos a la vanguardia del desarrollo tecnológico y la innovación.
Algunos pensarán que es cosa de ahora, de la modernidad, del progreso, etcétera; lo mismo que las auditorías de calidad en las empresa (norma ISO 9001) con sus planes, entre otros, de calidad, trazabilidad y procedimientos; pero no es así, pues la cosa ya viene de más atrás.
Esto me da pie para introducirme en este tema de una manera distendida y jocosa, y el hilo conductor para ello será el retrete. En el año 1596 parece ser que un tal John Harington construyó un retrete con cisterna para la reina de Inglaterra Isabel I, sí, esa que trajo de cabeza a nuestro Felipe II y a su Armada Invencible. El retrete en cuestión tenía asiento y respaldo, una especie de trono, faltaría más, pero ella nunca lo usó. Este retrete apuntaba ya a la modernidad y tenía trazas de I+D+i aunque el más parecido a los actuales lo inventó Alexander Cummings en 1775.
Pues para que veas estimado lector, en Asturias ya a finales del XIX o principios del XX, hubo ciertas innovaciones a este respecto. Me contaron que en Gijón el propietario de un hotel después de un viaje a Francia reformó los baños de las habitaciones del hotel incorporando a los retretes una cisterna elevada que tirando de una cadena vertiera agua para el arrastre de los deshechos. La tal cadena terminaba en un pomo con una inscripción que ponía “TIRED” (en francés, claro) y preocupado por si los huéspedes no sabían utilizarlo puso en cada pomo otra etiqueta que ponía “TIRAD DEL TIRED”. 
¿No te suena esto a los procedimientos (ISO 9001) de las auditorías de calidad? Que no vengan ahora los políticos a hablarnos de I+D+i. En Gijón, este hotelero ya fue un adelantado a su tiempo, ¿o no?
Por cierto, el Día Mundial del retrete en 2023 se celebra el 19 de noviembre.