Los vecinos sostienen que ellos financiaron la anterior obra y piden que el Arzobispado se haga cargo ahora de la reparación de la cubierta
En el pueblo colungués de Lué temen por el futuro de su iglesia parroquial, un edificio de 1792 que sufre daños en la cubierta y las consiguientes filtraciones al interior del templo. Ante tales problemas de conservación, un grupo de vecinos se ha movilizado para reclamar una reparación ante el Arzobispado de Oviedo, titular del inmueble. Según explican, la anterior obra la financiaron los propios residentes con sus aportaciones. «El pueblo no tiene capacidad económica para asumir otra restauración», apuntan.
El origen de los problemas lo sitúan a inicios del presente siglo, cuando un rayo impactó contra el campanario y lo derribó. En ese momento, explican, se creó una «comisión» para hacer frente a los trabajos. «Se juntó un dinero y se hizo, pero la obra fue un desastre total», indican. Aquella intervención, añaden, generó malestar con la Iglesia por las cuentas.
«La iglesia va a peor, tiene filtraciones y no acaban de hacer nada», achacan al Arzobispado. Su intención es que sea la Iglesia la que acometa ahora los trabajos de reparación de la cubierta, que estiman en 70.000 euros y consideran los «más urgentes». Reunir ese dinero con aportaciones vecinales, insisten, «es imposible».
Por el momento, la iglesia parroquial de San Vicente sigue en uso y albergando misas, si bien temen que el deterioro continúe hasta llegar a la «ruina». «Estamos preocupados por el estado de la iglesia. No se va a derrumbar de inmediato, pero ya se desprendieron trozos y se encharcan partes dentro cada vez que llueve», sostienen desde el grupo vecinal.