Aquí os dejo un pequeño contenido del interesantísimo trabajo de Dña. Rebeca Menéndez Marino EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL PUERTO DE LASTRES que todo Llastrín debería leer para mantener viva la memoria y como homenaje a sus antepasados.
Para hacerlo posible entrar en Google con https://reunido.uniovi.es/index.php/RAHA/article/view/143/142
Clicar ahí y tendréis el mencionado trabajo que tiene 12 páginas y las correspondientes notas a pie de página.
“…No fue hasta mediados del siglo XVI cuando el puerto de Lastres experimentó el verdadero despegue económico y demográfico, convirtiéndose así, junto con Llanes y Ribadesella, en uno de los núcleos portuarios más importantes del sector oriental de la región. Factor determinante del ascenso fue el auge de la actividad pesquera, cuya pujanza atestigua el hecho de encontrarse la marinería lastrina unida ya desde 1542 en la Cofradía de Mareantes de Santa Ana, la cual por aquel entonces parece ser que ya contaba con ermita y hospital propios. En torno a la pesca fueron desarrollándose los intercambios comerciales, siendo el intenso movimiento de mercancías el que motivó la promulgación el 5 de mayo de 1551 de la Provisión Real para la construcción y financianción del puerto de Lastres, obra “[…] importante y necesaria ansí (sic.) para los vecinos de dicho puerto como para los mercaderes y navegantes que a él van con sus navíos e mercaderías y provisiones e para los pescados que de allí se sacan para estos nuestros reinos […]”
Con la construcción de este muelle no se perseguía sino adecuar las infraestructuras portuarias a la intensidad creciente de las actividades allí desarrolladas, difícilmente asumibles por el primitivo atracadero medieval, construido y financiado años atrás a expensas de los propios vecinos, que levantando hipotecas sobre sus embarcaciones, aparejos, heredades y quiñones, crearon un rudimentario fondeadero que, aun dando abrigo a más de veinte embarcaciones mayores, padecía las lógicas deficiencias derivadas de la falta de conocimientos técnicos y constructivos. Diez años después de la promulgación de la Provisión Real las obras del cay aún no habían llegado a su fin, como demuestra la visita de reconocimiento realizada en 1561 por el Gobernador López de Mesa, quien, tras inspeccionar los trabajos desarrollados en el muelle, ordenó su continuación y término, así como la recaudación de una sisa para sufragar los gastos. El cay y contracay del siglo XVI estaba compuesto por una muralla doble de mampostería gruesa unida por medio de argamasa de buena calidad y, según indica una contrata hecha por los vecinos de Lastres con el maestro de cantería Juan Carrandi en 1671, contaba además con un ornamental remate almenado”.