Hoy, día de los Santos Inocentes, el señor don Rogelio (Alcalde de mi concejo) nos felicita, en la portada del “Fielato”, las Navidades.
Señor Alcalde, lo que yo quiero es que NOS CONTESTE a más de quinientas personas de mi Parroquia sobre un asunto muy importante, del que le escribimos hace cerca de dos años.
Señor Alcalde, le recuerdo que los firmantes somos todos personas, no hay un solo animal irracional en dicho grupo de firmantes…Y a las personas que se dirigen con respeto y educación; y que lo hacen en función de unos derechos que tienen reconocidos, Usted, como Alcalde, por dignidad, respeto, educación y deber hacia los representados debiera contestar de un modo cuasi inmediato, ¡Pero no! Usted está más preocupado por otros ciudadanos y otros sectores.
Siempre estuve en contra de estas “tonterias” de las Felicitaciones inspiradas en el “mercadeo…” Si fuera Alcalde NUNCA gastaría un €, aunque fuera de mi propio bolsillo para felicitar a todos los vecinos; y mucho menos lo haría con el propio dinero de ellos. Máxime si no les he rendido la suficiente información, así como el no darles la más minima oportunidad para que participen en los asuntos propios de la gestión municipal.
Ahora llega la época febril, apasionada del politiqueo demagógico: “YO hice, yo hice, yo hice, yo hice. Yo os puse, yo os puse, yo os puse” . Es decir: Cinta, tijera, foto y sonrisa. Y el pazguaterismo a votar sin rechistar.
Total, si todo va bien, gracies a “Rogelín”. Y si algo va mal, entonces la culpa pa “vitorín” o pa esos de IU que na más que saben que poner pegues y estar contra todo lo que se menee, y lo que esta fijo, también
¡Salud y República!
Víctor Fernández Hazas
10.770.784
Lastres (Asturias)
¡Ah!, se me olvidaba. El asunto de las quinientas y pico firmas era para tratar sobre una RESIDENCIA PARA PERSONAS QUE LA NECESITAN MUCHO:
La Casa Rectoral.
Ahora, señor Alcalde, no me venga con la milonga de la Residencia de más de 6o plazas. De eso podemos hablar largo y tendido…
Cada uno tenemos nuestro criterio sobre lo que debe ser una “buena” política social. No sé cual es la suya, pero sí sé cual es la mía.